viernes, 26 de noviembre de 2010

Las Fuentes De Energía

La gran fuente de energía de la que dependemos todos los seres vivos es el SOL, las plantas toman una pequeña parte de la energía luminosa que llega del sol a la tierra y la transforman en la energía química de diferentes sustancias.

Pero la energía que contiene seis moléculas de CO2 y seis moléculas de H2O es mucho menor que la de una molécula de glucosa, en el proceso de la fotosíntesis se requiere, energía química que mantiene unidos los átomos en ese azúcar.

Las plantas son transformadoras de la energía luminosa a energía de enlaces químicos, fundamentalmente de la glucosa, también pueden elaborar a partir de la glucosa otros azucares, así como grasas, y también proteínas o al menos los componentes de estas, los aminoácidos. Al mismo tiempo que nos ofrecen la energía del sol ya transformada en una especie que podemos aprovechar, la de los enlaces de la glucosa y otras sustancias nos proporcionan simultáneamente materiales que también nos sirven para esa constante renovación de todas nuestras moléculas.

La fotosíntesis es un proceso que incluye un fenómeno de captación de luz y otro conocido como de oxido-reducción. La luz es recogida por pigmentos conocidos como clorofilas, que están siempre asociados entre sí formando grupos de cientos de moléculas que tienen la función de antenas de captadoras de luz, como muchas otras transformaciones de energía, todas las formas de fotosíntesis se realizan en sistemas de membranas cerradas, en este caso el cloroplasto, o a la misma membrana celular en el caso de la bacteria fotosintética.

Al someter a una molécula aislada de clorofila a la energía que proporciona la luz, cambia de estado de un electrón en la molécula y la energía original se disipa como luz (fluorescente) y calor, ya que el electrón excitado vuelve en un tiempo muy corto a su estado energético original.

Lo que ocurre en la membrana de los cloroplastos es que la luz, al excitar la molécula de clorofila, hace que este pierda un electrón, el cual es atrapado por una proteína transportadora inicial, este es el inicia de un proceso llamado fase dependiente de luz, la cual es muy parecida en su funcionamiento a la cadena transportadora de electrones de la respiración celular. Una vez que la clorofila a perdido ese electrón lo va a recuperar de la ruptura de una molécula de aguay específicamente de los electrones de hidrogeno, este proceso se le conoce como fotolisis del agua, como resultado el oxigeno queda solo y se une con otro átomo de oxigeno y forman O2.

Como consecuencia de la fotolisis, los átomos de hidrogeno que cedieron su electrón quedan con una carga positiva debido a un protón que presenta, formando los protones de H+.

Los electrones donados por la clorofila son transportados por una serie de proteínas transportadoras que conforman los fotosistemas, este bombeo de protones H+ al interior de la membrana tilacoidal tiene como resultado la aparición de una diferencia en la actividad eléctrica y química de los protones a ambos lados de la membrana, la cual proporciona la síntesis de la molécula que ya conocemos (ATP).

En el fotosistema 1 también ocurre la excitación de su clorofila por lo que ocurre un proceso parecido al anterior, solo que en este caso recupera su electrón del que viene desde el fotosistema 2 Y existe un último receptor de electrones que es el NADP, el cual reduce finalmente a NADPH.

Esta transferencia de electrones tiene dos fines: uno de ellos es el de sintetizar las moléculas mas importantes en el metabolismo energético, y el otro, la reducción del NADP que es a su vez una molécula necesaria para donar electrones, en la síntesis de los azucares que se deben producir en una fase posterior de la fotosíntesis.

El ciclo de Calvin-Benson es lo que continuamente se está formando es una pequeña molécula de tres átomos de carbono que es el gliceraldehido-3-fosfato, a partir de la cual se construye lo que la célula vegetal necesita. Debemos notar que el ciclo gira utilizando al ATP y al NADPH como fuente de energía y en cada vuelta, para incorporar tres moléculas de CO2, se gastan 9 ATP y 6 NADPH.

Asi se inicia un ciclo en el que la energía de la luz es retenida por las plantas o las algas, por medio de los pigmentos llamados clorofilas

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Metabolismo

¿Qu es el metabolismo?

Es el conjunto de reacciones bioquímicas y procesos físicos-químicos que ocurren en una célula y en el organismos

¿Que es el REDOX e importancia?

Son aquellas reacciones donde esta involucrado un cambio en el numero de electrones asociados a un átomo  determinado, cuando este átomo o el compuesto del cual forma parte se transforma desde un estado inicial a otro final.

Para que exista una reacción redox, en el sistema debe haber un elemento que ceda electrones y otro que los acepte:
  • El agente reductor es aquel elemento químico que suministra electrones de su estructura química al medio, aumentando su estado de oxidacion, es decir; oxidándose.
  • El agente oxidante es el elemento químico que tiende a captar esos electrones, quedando con un estado de oxidacion inferior al que tenía, es decir; reducido.
Su importancia radica en crear energía para el metabolismo.

Función en el metabolismo de las siguientes molécula:

    NAD: es la transferencia de electrones de una molécula a otra
   
   FADH: interviene como dador o aceptor de electrones y protones en reacciones metadolicas redox.

   NADPH:  Interviene en la fase oscura de la fotosíntesis, en la que se fija el dióxido de carbono (CO2); el NADPH se genera durante la fase luminosa.

Asimismo, interviene, en las rutas de síntesis de ácidos grasos y colesterol. Además, está involucrado en la oxidación-reducción que protege ante la toxicidad de las especies reactivas del oxígeno.

En los animales, la mayor fuente de NADPH es la fase oxidativa de la ruta de la pentosa fosfato, que produce 60% de los requerimientos de la célula.

   ATP: es un nucleótido fundamental en la obtención de energía celular.

Anabolismo

El anabolismo, también llamado fase biosintética o metabolismo constructivo, son las reacciones de síntesis necesarias para el crecimiento de nuevas células y la conservación de los tejidos.

Catabolismo

El catabolismo o fase degradativa, se refiere a aquel proceso orientado a producir la energía necesaria para poder realizar actividades físicas, sean éstas al interior del cuerpo o externas. También es el encargado de regular la temperatura corporal y se preocupa de la degradación de aquellas moléculas más complejas como los lípidos y las proteínas, y de sustancias sencillas como el ácido láctico o el dióxido de carbono.

jueves, 4 de noviembre de 2010

SISTEMA INMUNE


Nuestro sistema inmune es capaz de reconocer millones de estructuras diferentes, lo que le permite protegernos de una amplia variedad de microorganismos patógenos. Sin embargo, algunas fallas en él, pueden ocasionar que reaccione en contra de nosotros mismos.

Inmunidad significa protección. Una característica fundamental de nuestro sistema inmune es su capacidad para distinguir lo propio de lo extraño: los invasores de los componentes inherentes al organismo: de otra manera su maquinaria de ataque se iría no solo contra los invasores, afectaría también a nuestras propias sustancias y tejidos.

Cuando nuestro sistema inmune detecta la presencia de bacterias, virus o parásitos. Se activa e incrementa el número de células capaces de protegernos contra ellos, por ejemplo, los linfocitos B de nuestra sangre se encargan de producir anticuerpos. Que son proteínas solubles que al unirse a una determinada molécula del invasor, la que se denomina antígeno, facilitan su eliminación.

El inmunólogo Paul Ehrlich, en sus investigaciones no encontró evidencia de la existencia de anticuerpos que reaccionaran con estructuras propias, por lo que propuso el concepto de Horror autotoxicus, que establecía que el sistema inmune carecía de la capacidad de reaccionar ante “antígenos” propios o autoantígenos.

Las enfermedades autoinmune son consecuencia de una respuesta inmune exagerada en contra de algún componente propio. Cualquier estructura del cuerpo puede desencadenar respuestas autoinmunes, pero hay unas que lo hacen con mayor frecuencia que otras.

Depende del autoantígenos en cuestión, que puede hallarse solo en un tipo particular de tejido o bien ser una molécula que se localiza en diferentes órganos.

Las células del cuerpo se comunican atreves de mensajeros químicos. Moléculas que son producidas por una célula que envía un mensaje a otra que lo recibe mediante un receptor. Al recibir el mensaje. Las células responden realizando una función, por ejemplo, la acetilcolina secretada por ciertas neuronas, indica a las células del musculo que inicien una contracción.

En la miastenia gravis se producen anticuerpos contra el receptor de acetilcolina que se encuentra en los músculos voluntarios.

Además de afectar la comunicación entre las células, las respuestas autoinmunes pueden destruir componentes estructurales de los tejidos y ocasionar enfermedades.

A la fecha, no se entiende con claridad que ocasiona que el sistema inmune sea incapaz de regular los fenómenos de autoinmunidad normal y ataque nuestro propio cuerpo. Al parecer, en las enfermedades autoinmune el sistema inmunológico sufre de una confusión tremenda que le impide distinguir entre sus propios componentes y los ajenos.

La teoría de Burnet, conocida como “selección clonal”, sentó las bases para entender porque el sistema inmune normalmente no ataca componentes propios, un fenómeno que se conoce como tolerancia inmunológica a los autoantígenos.

Al ser producidos en los llamados órganos inmunes primarios la mayoría de linfocitos con receptores para antígenos propios se eliminan. El criterio de la eliminación es sencillo: si el receptor de antígeno de algún linfocito se complementa exactamente con alguna estructura propia, ese linfocito desaparece mediante un fenómeno que se conoce como muerte celular programada: una especie de suicidio celular, así los linfocitos que reconocen lo no propio sobreviven para después monitorear todo el cuerpo.

Aunque el tratamiento actual de las enfermedades autoinmunes es de gran efectividad para su control, no está dirigido a corregir su causa.

Los medicamentos principales que se utilizan son anti-flamatorios y sustancias que inhiben el funcionamiento del sistema inmune (inmunosupresores).

También se ha encontrado que la administración de anticuerpos dirigidos en contra de las células inmunes es eficaz.

Se ha encontrado evidencias de que no necesariamente lo autoinmune no tiene ningún beneficio, se ha mostrado que la respuesta autoinmune en contra de restos celulares de neuronas que murieron debido a algún daño al sistema nervioso favorece la eliminación del tejido dañado y acelera la recuperación. Además, se ha observado que en esta situación la presencia de linfocitos reguladores tiene efectos adversos.

Por otro lado, se ha propuesto que la autoinmunidad podría participar en el recambio celular, en particular en la eliminación de los eritrocitos viejos.